miércoles, 4 de enero de 2012

Días de barbudas creencias




Las crías humanas creen que unos hombres barbudos en camellos, disfrazados de adivinos de teletienda, entran en sus casas mientras duermen y les regalan cosas la noche del 5 de enero. Al despertarse, descubren los regalos, normalmente bajo un árbol muy hortera colocado en el salón que, a su vez, conmemora el nacimiento del hijo de un dios el 25 de Diciembre. A ambos, dios e hijo, también los representan como barbudos. Además, ese mismo día 25 los cachorros humanos también creen que un viejo barbudo (y orondo) con pijama de lata de coca-cola les trae regalos mientras duermen.  
 Perdonen la brevedad de la explicación, pero hace tiempo que me limito a describir las costumbres humanas sin buscar entenderlas. Mejor ejemplo no les puedo dar.
 Los humanos mayores no hacen nada por quitarles esas ideas erroneas, incluso las fomentan, hasta que las crías son lo suficiente mayores para percartarse de la gilipollez intrínseca a semejantes creencias. Descubren que los padres son realmente los barbudos que dan regalos. A partir de ese momento, duermen menos y muchos se dejan barba.
 Mi amo, al ser mayor, ya no cree en barbudos que traen regalos. Pero no se ha dejado barba. Tampoco pone un árbol hortera en el salón, quizá porque no tiene crías que se lo demanden. Eso sí, hace regalos y espera que se los hagan. Normalmente, esto último no pasa, y mi amo lamenta los buenos tiempos de su juventud, cuando llegaban por el aire, en trineo o camellos, barbudos disfrazados a darle regalos mientras dormía.
 Y a los gatos nos llaman irracionales.

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