lunes, 12 de septiembre de 2011

Lo que se cree mi amo


Mi amo tiene ínfulas de escritor, que son las peores de todas y las más ridículas. A veces me dan ganas de arañarlo cuando lee al gran Kafka y pone gestos de no es para tanto, pse, pse... comentando que si no fuera por la tuberculosis no estaría tan valorado.
Estas ínfulas le han crecido mucho desde que la editorial Grupo AJEC ha tenido la mala idea de publicarle una novela difícil de encuadrar, pero que yo situaría entre el humor surrealista y el género de aventuras con un barniz de Ciencia Ficción.  Bueno, es un decir por quedar bien. No tengo ni idea donde encuadrar semejante historia y será mejor que los lectores la fusilen con la excusa que más les agrade.
Está feliz por ello y me da atún, me comida preferida. Lo cual acepto con alegría indisimulada y los mimos correspondientes. Aunque no se libra del mordisco cotidiano al tobillo, que es rutina sagrada para un gato.
Mi amo también se cree un gran deportista. De joven hizo Karate, pero lo dejó porque lo de tener un sensei no va con su caracter infulero y ahora va de vez en cuando a la piscina a nadar como pato mareado, porque es autodidacta acuático, o eso dice, como si fuera una virtud. Lo de autodidacta+adjetivo es algo muy propio de él. Quizá sea la mejor excusa para decir que te sale algo mal salvando el orgullo: decir que eres autodidacta.
En fin, intelectual, deportista y genial autodidacta... así se ve él, todo ilusionado. Se olvida de que también es neurótico. Pero esa es otra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario